Las normas anteriores no abordaban los suministros de agua específicos, excepto los sistemas de rociadores automáticos. Los criterios de exigencia variaban, generando dudas, por lo que la nueva norma busca claridad y la incorporación de las últimas tecnologías. Las novedades incluyen una fácil selección de la clase de suministro, ilustraciones, diferenciación entre bombas jockey y principales, detalles sobre cuadros de maniobra, bombas verticales de eje, materiales, potencia absorbida, número de bombas eléctricas y documentación. Se destaca un anexo sobre casos especiales de bajo riesgo.
La norma se divide en dos bloques. El primero (apartados 1 al 5) clasifica las configuraciones de suministros de agua para protección contra incendios. El segundo (apartados 6 al 9) establece condiciones para elementos como bombas y salas de bombas, documentación y pruebas. Se categorizan los abastecimientos según tipos y fuentes de agua. Destaca que las salas de bombas deben tener resistencia al fuego de al menos 60 minutos y ser exclusivas para protección contra incendios, pudiendo ubicarse en edificios independientes o compartimentos con acceso exterior.